A lo largo de la historia, Afronegrismo ha sido un tema de gran interés y controversia. Desde sus inicios, Afronegrismo ha capturado la atención de académicos, científicos, artistas y curiosos en general. Su impacto en la sociedad y en la vida diaria de las personas es innegable, generando debates y reflexiones constantes. En este artículo, exploraremos diferentes aspectos y perspectivas relacionadas con Afronegrismo, analizando su influencia en diferentes campos y su evolución a lo largo del tiempo. Además, examinaremos cómo Afronegrismo continúa siendo relevante en la actualidad y cómo seguirá dejando su huella en el futuro.
Se denomina afronegrismo al vocablo de la lengua española que proviene de cualquiera de las lenguas del África negra. Abundan en el español de América y en especial en las Antillas Mayores, y también algunos se encuentran en el español de la antigua colonia de Guinea Ecuatorial.
Durante los siglos XVI, XVII, XVIII y gran parte del XIX llegaron a las colonias de Hispanoamérica, bien directamente, bien a través de los portugueses, numerosos esclavos africanos y estos aportaron al español de América y al español en general numerosos préstamos léxicos (unos doscientos) que provenían de muy distintas lenguas y designaban costumbres, actividades u objetos nuevos que era preciso nombrar, algunas veces alteradas a través de "lenguas puente" como el portugués o un pidgin. Muchos de estos afronegrismos estaban relacionados con la música, el baile, la gastronomía, las creencias, la fauna, la flora y las costumbres: marimba, conga, pachanga, bachata, merengue, sandunga, mambo, guateque, cachimba, mucama, macaco, milonga, ñame, mamba, vudú, ñeque, quimba, macandá, timba, tanga, banana, baobab, guateque, macuto, mandinga, mandanga, mondongo, quijongo, musuco, moronga, dengue, chévere, baquiní, bonobo, bwana, safari, chikunguña, ébola, ganga o enganga, suricato, tsé-tsé, vuvuzela, zika... Y, aunque muchos de estos vocablos se perdieron, gran parte de ellos se incorporaron al vocabulario español.
Uno de los primeros usos del término, y posiblemente el más influyente para que aparezca en el Diccionario de la Real Academia desde 1983, es del etnógrafo cubano Fernando Ortiz, en su Glosario de afronegrismos (1924). En el DRAE se identifican sobre todo voces del bantú, en especial del suajili (safari, chimpancé, cachimba, macaco...), del amárico (negus,rastafari), del pamue (bocapí), del mandinga cola3), del nubio (ébano), del masái (masái) y del malgache (rafia), pero los que vienen de otras lenguas carecen de mayor determinación.
La única lengua criolla de procedencia africana en Hispanoamérica es el palenque o criollo palenquero. Por otra parte, los ñáñigos cubanos del abakuá procuraron conservar los restos de las lenguas africanas a través de sus ritos y ceremonias.