Seguramente has oído hablar de Caja de tapa y fondo en más de una ocasión, ya que su relevancia e impacto en distintos ámbitos lo ha convertido en un tema de interés general. Desde su surgimiento, Caja de tapa y fondo ha capturado la atención de investigadores, profesionales y entusiastas, quienes constantemente buscan conocer más sobre sus orígenes, evolución y efectos. En este artículo, exploraremos a fondo todo lo relacionado con Caja de tapa y fondo, desde sus antecedentes hasta su estado actual, con el objetivo de comprender mejor su influencia y alcance en nuestra sociedad.
Una caja de tapa y fondo es un embalaje compuesto por dos piezas independientes. Se utiliza para productos que se conservan en la caja (ropa de cama, zapatos, juguetes, etc.), o a los que se accede en repetidas ocasiones (bombones, bollería, etc.).
Estas cajas se pueden fabricar en diversos materiales, siendo los más frecuentes el cartón ondulado y el cartoncillo. En ambos casos, el embalaje puede ser automontable (a mano) o mecanizable (necesita de una máquina de montaje para su formación). Para mostrar el producto al cliente, se puede troquelar una "ventana" en la tapa, a la que puede encolarse una lámina de plástico transparente.
Entre las ventajas de las cajas de tapa y fondo se encuentran su apertura intuitiva y la limpieza de la bandeja una vez descubierta en el punto de venta. Entre sus desventajas destacan:
Por su facilidad de apertura y reposición en el lineal algunas cadenas de supermercados exigen a sus proveedores el suministro de productos en embalajes de tapa y fondo sin encolar. Entre los modelos más comunes destacan: