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El canto del cisne, en alemán Schwanengesang, es el título de una colección póstuma de lieder, compuesta por Franz Schubert al fin de su vida.
A diferencia de los otros dos ciclos, La bella molinera y Viaje de invierno, usa poemas de dos autores distintos, Ludwig Rellstab (1799 - 1860) y Heinrich Heine (1797 - 1856). Es una reunión arbitraria de sus últimas canciones, pero a pesar de ello mantiene cierta unidad temática interna.
Tiene el número D 957 en el catálogo de Deutsch (se publicó originalmente sin número de opus, en abril de 1829). La colección fue titulada así por su primer editor, presumiblemente por desear presentarla como el testamento musical de Schubert, ya que el canto del cisne de alguien es su última obra, v.gr. el “canto del cisne” de Mozart es su Réquiem, y el de Beethoven, su cuarteto de cuerdas N.º 16.
Presentados en el orden en que fueron escritos:
La canción, Taubenpost (Correo de palomas), con letra de Johann Gabriel Seidl (1804 - 1875), y número de catálogo D 965 A, a menudo se interpreta como final de El canto del cisne, pero las investigaciones han revelado que Schubert no pretendía incluirla con las demás. Esta tradición comenzó con el editor, que añadió la canción en la primera edición de Haslinger. Aunque la canción no debe considerarse parte del ciclo, sí se la reputa el último lied de Schubert.
De absoluta referencia son las grabaciones de El canto del cisne, realizadas por el barítono alemán Dietrich Fischer-Dieskau: dos con el pianista Gerald Moore, una de la de 1951-1957 y la de principios de los sesenta (EMI); y la que hizo con el pianista Alfred Brendel (Philips). Gran calidad también tiene, pese a cambiar el registro vocal a tenor, la grabación de 2008 debida al pianista e investigador Andreas Staier, con Christoph Prégardien.