En el presente artículo, nos adentraremos en el fascinante mundo de El montaplatos, explorando sus múltiples facetas y profundizando en sus implicaciones en la sociedad actual. El montaplatos ha capturado la atención de millones de personas en todo el mundo, generando debate y reflexión en torno a su relevancia e impacto. A lo largo de estas líneas, analizaremos su evolución a lo largo del tiempo, así como su influencia en diferentes ámbitos, desde la cultura hasta la tecnología. Asimismo, nos detendremos en los desafíos y oportunidades que El montaplatos presenta en la actualidad, abordando su importancia en un contexto globalizado y en constante cambio.
El montaplatos, también traducida como El montacargas (The Dumb Waiter en su idioma original), es una obra de teatro en un acto del dramaturgo británico Harold Pinter, escrita en 1957.
Ben y Gus son dos asesinos a sueldo que aguardan en un sótano a que les sea asignada su siguiente misión. El más veterano, Ben, lee el periódico y Gus se ata los zapatos, al tiempo que cuestiona a su compañero por los detalles ocultos de su actividad delictiva. Al fondo de la habitación hay un montaplatos, del que proceden mensajes y objetos y que parece ser el modo de comunicación de su jefe. Lo único que saben de su futura víctima es que aparecerá por la puerta del sótano, momento en el que deberán darle muerte. La tensión de la espera se llena con conversaciones intrascendentes, lo que deviene en una confrontación. La obra finaliza cuando Ben apunta su pistola sobre Gus, mientras decide si dispara o no.