Hoy en día, Glotónimo es un tema que ha cobrado gran relevancia en la sociedad moderna. Desde su aparición, ha generado un gran debate en diversos ámbitos, ya sea en la política, la economía, la salud o la tecnología. Glotónimo ha captado la atención de expertos y neófitos por igual, debido a su impacto en la vida cotidiana de las personas y en la configuración del mundo actual. En este artículo, exploraremos los diferentes aspectos relacionados con Glotónimo, analizando sus implicaciones y retos, así como las posibles soluciones que pueden surgir a partir de su comprensión.
El glotónimo o glosónimo (del griego clásico ɣλῶσσα/ɣλῶττα ‘lengua’ y -ώνυμος ‘nombre’) es el nombre con que se conoce a una lengua.Un autoglotónimo es la denominación que los hablantes dan a su propia lengua; por el contrario, un heteroglotónimo o exónimo es una denominación extranjera de la lengua de un determinado grupo humano. Ninguna de las dos palabras aparece en el Diccionario de la lengua española.
En ocasiones un mismo idioma puede tener distintas denominaciones por razones históricas, culturales, situación social, distribución territorial, tratamiento legal, promoción institucional, o diferenciación de otras comunidades,cuestiones que no impiden considerar la esencial unidad y correspondencia a una misma realidad lingüística. Esto hace que en muchas ocasiones se consideren como lenguas diferentes, por razones de oficialidad, aun siendo la misma lengua.
Como ejemplos se pueden considerar los nombres «castellano» y «español»; «valenciano» y «catalán»; «asturiano» y «leonés»; «serbio», «croata», «bosnio» y «montenegrino»; «neerlandés» y «flamenco»; «rumano» y «moldavo»; «francés» y «valón»; «italiano» y «corso»; «alemán» y «alsaciano» o «ruteno» y «ucraniano».