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Guy Maddin (28 de febrero de 1956) es un guionista y director de cine canadiense. Es distinguido y apreciado por su original recreación de la estética del cine mudo y del primer cine sonoro. Su trabajo guarda semejanzas con el del también director David Lynch por el carácter experimental y surrealista.
Nacido en la ciudad de Winnipeg (ciudad en la que trascurre The Saddest Music in the World y a la que también ha dedicado un extraño documental surrealista, My Winnipeg), su educación cinematográfica se inició y consolidó al margen de cualquier escuela, rodando breves piezas con amigos los fines de semana.
Su primera película, The Dead Father, es un cortometraje de 26 minutos realizado en 1986 con una cámara Bolex de 16mm. Pese a ser un trabajo primerizo muestra ya algunas de las constantes de su cine: ironía y humor tamizando una historia trágica, mezcolanza de géneros y experimentación formal.
Dos años después llegaría su primer largometraje, Tales from the Gimli Hospital, rodada con un presupuesto de tan sólo 20000 dólares y que alcanzó cierta notoriedad al ser rechazada por el Festival de Toronto. Narra el desarrollo de una epidemia en el pueblo de Gimli a principios del siglo XX y en ella se pueden encontrar referencias y homenajes que van desde las vanguardias francesas al expresionismo alemán pasando por directores tótem de la época muda como Fritz Lang o David Wark Griffith.
Posteriormente, Maddin ha rodado más de 30 películas entre cortometrajes y largometrajes, pasando gradualmente del underground más oscuro al estreno y celebración de su películas en algunos de los más importantes festivales de cine del mundo.