Hugo von Hofmannsthal

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Hugo von Hofmannsthal

Hugo von Hofmannsthal en 1893
Información personal
Nacimiento 1 de febrero de 1874
Viena (Imperio austrohúngaro)
Fallecimiento 15 de julio de 1929
Rodaun (Austria)
Causa de muerte Accidente cerebrovascular
Sepultura Cementerio Kalksburg
Nacionalidad Austrohúngara y austríaca
Religión Iglesia católica
Lengua materna Alemán
Familia
Padres Hugo von Hofmannsthal
Anna von Hofmannsthal
Cónyuge Gertrud Schlesinger (desde 1901)
Hijos 3
Educación
Educación doctorado
Educado en
Información profesional
Ocupación Novelista, libretista, poeta, dramaturgo, escritor, guionista y compositor
Movimientos Joven Viena, Wiener Moderne y fin de siècle
Seudónimo Loris y Theophil Morren
Obras notables
Unidad militar 6e régiment de dragons « Frédéric François IV grand-duc de Mecklembourg-Schwering » (fr)
Conflictos Primera Guerra Mundial
Miembro de Joven Viena
Firma
Hacia 1910. Fotografía de Nicola Perscheid. Hofmannsthal en Hinterhör. Hugo von Hofmannsthal en los años 1920.

Hugo Laurenz August Hofmann von Hofmannsthal (Viena, 1 de febrero de 1874-ibíd., 15 de julio de 1929) fue un poeta, dramaturgo, narrador y ensayista austriaco.

Biografía

Fue hijo único del Dr. Hugo von Hofmannsthal, doctor en derecho, y de Anna Fohleutner. Hofmannsthal, que había nacido en una familia aristocrática de banqueros, tuvo una excelente formación en Viena. Además de sus estudios jurídicos, hizo una tesis sobre Victor Hugo (1900-1901). Construyó tempranamente su reputación con poemas líricos (el primero fue publicado cuando tenía 16 años) y piezas cortas en verso, como La muerte de Tiziano (Der Tod des Tizian, 1892) y El loco y la muerte (Der Tor und der Tod, 1893). Apenas sobrepasados los 20 años, era amigo ya de escritores como Schnitzler, trató a Hermann Bahr, Stefan George, Hauptmann y Rilke. Renunció aparentemente a la poesía lírica en su breve y denso escrito Una carta (Ein Brief), de 1902.

Al iniciarse el siglo XX, ya casado, Hofmannsthal se inclina decididamente por el drama, mientras estudia sistemáticamente a los clásicos —Molière, Lessing, Goethe— para aprender el oficio; y hará adaptaciones de Calderón y de Sófocles. Entre sus obras de teatro destacan Christinas Heimreise (1910), Cada cual (Jedermann, 1911), El difícil (Der Schwierige, 1921) y La torre (Der Turm, 1925). En 1920 fundó el Festival de Salzburgo junto a Max Reinhardt; su aportación escrita y personal a este empeño fue decisiva.

Por otro lado, desde 1906, va a colaborar con el compositor Richard Strauss, pese a sus hondas diferencias personales. Su primera ópera notable, como libretista de lujo del músico, es Elektra (1908), y fue seguida por El caballero de la rosa (Der Rosenkavalier, 1910), Ariadne auf Naxos (1912, corregida en 1916), Die Frau ohne Schatten (1919), Die ägyptische Helena (1927) y Arabella (1929). Esos textos son incomparables, y son elementos fundamentales en la operística de Strauss, consideradas como cumbres de la lírica musical del siglo XX.

Sus relatos y novelas son asimismo de alta calidad. Además Hofmannsthal es considerado uno de los más importantes ensayistas de Austria, según Broch. Hasta el final de su vida, alentó diversas revistas literarias y pronunció conferencias en muchas ciudades europeas, al tiempo que mantuvo correspondencia continua con viejos y nuevos amigos, como el joven Walter Benjamin.

En 1901, se había casado con Gertrud (Gerty) Schlesinger, hija del secretario general de la banca anglo-austríaca, que había conocido hacía seis años. Tuvieron tres hijos, Christiane, Franz y Raimund.​ El 13 de julio de 1929, su hijo Franz se suicidó y dos días después, poco después de asistir al funeral, el escritor murió de un derrame cerebral. Fue enterrado con el hábito de franciscano terciario, como había solicitado.

Una crisis

A menudo se dice que su Carta de lord Chandos expresa una crisis en su juventud lírica y un cambio literario total a sus veintisiete años. Sin ser cierto radicalmente, Hofmannsthal diría más tarde que esa inventada Carta revelaba a su juicio que también le torturó percibir cómo un individuo solitario se siente demasiado unido a la sociedad dado el uso del lenguaje.

En esas páginas tan severas de 1902, el personaje Chandos confesaba presuntamente al filósofo inglés Francis Bacon: «He perdido completamente la facultad de pensar o hablar con coherencia sobre cualquier cosa. Al principio, se me fue volviendo imposible discutir sobre un tema elevado o general y pronunciar aquellas palabras tan fáciles de usar que cualquier hombre puede servirse de ellas sin esfuerzo. Sentía un malestar inexplicable solo con pronunciar 'espíritu', 'alma' o 'cuerpo'». Encontraba imposible Chandos dar un juicio en su interior acerca de cualquier asunto no solo de la corte o de los sucesos del parlamento: sentía que «las palabras abstractas que usa la lengua de modo natural para sacar a la luz cualquier tipo de juicio se me deshacían en la boca como hongos podridos». Y sucedió que «esta infección se fue expandiendo paso a paso como una herrumbre que devora todo lo que queda a su alcance». Todo se fraccionaba, añade Chandos, y cada parte se dividía en más partes, nada se dejaba apresar por un concepto. Por contraste, se le presentaban con mayor fuerza cualquier cosa simple, animada o inanimada: un perro, una rata, un escarabajo, una piedra, un manzano o unas roderas.

Una crisis similar aparece magníficamente descrita en "Cartas del regreso", de 1907 (Instantes griegos y otros sueños), donde un industrial que regresa a Europa, tras realizar sus negocios en el extranjero, se siente del todo ajeno al mundo reencontrado («pensaba regresar al hogar, pero ya no sé si me quedaré»); solo le apaciguarán los colores de un pintor raro (Van Gogh), puesto «qué son los colores si no irrumpe a través de ellos la vida más íntima de los objetos?».​ Pero Hofmannsthal seguiría siendo hasta el final, en 1929, un escritor muy rico y de grandes recursos, aunque acaso más contenido en el lenguaje y desde luego dedicado al teatro, a la ópera y a la reflexión cultural.

Legado

Los vigentes festivales de Salzburgo, de los que fue promotor en 1920, siguen activos. Las grandes óperas que Hofmannsthal escribió para Richard Strauss, se montan sistemáticamente hasta hoy: Electra (1909) El caballero de la rosa (1911), Ariadna en Naxos (1912), La mujer sin sombra (1919), La Helena egipcia (1928) y Arabella estrenada póstumamente.

Su obra ha sido recordada siempre (salvo en la época nazi), y se le considera como uno de los más originales escritores alemanes y europeos del primer tercio del siglo XX. Sus textos completos de hallan bien editados en Alemania, y hay traducciones en las distintas lenguas europeas.

La Haus Hofmannsthal, en Viena, en Reisnerstraße 37, está en activo, y en muchas ciudades austriacas se le recuerda en calles y plazas.

Durante las conmemoraciones de 2018, centenario del final de la I Guerra Mundial, se le ha evocado en periódicos y revistas.

Traducciones al español

Obra original

Dramas

Libretos

Relatos

Fragmentos novelescos

Ensayos y conferencias

Referencias

  1. Werner Volke, Hugo von Hofmannsthal, Hamburgo, Rowohlt Monographien, 1991.
  2. "Carta de Lord Chandos", Poesía, 12, 1981
  3. H.v. H., Instantes griegos, Cuatro, p. 129

Bibliografía

Enlaces externos