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Námo | ||
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Personaje de El Silmarillion | ||
![]() Námo en las estancias de Mandos, con Lúthien Tinúviel postrada ante él. | ||
Creado por | J. R. R. Tolkien | |
Información personal | ||
Alias | Mandos | |
Edad | Inmortal | |
Residencia | Estancias de Mandos | |
Características físicas | ||
Raza | Vala | |
Sexo | Masculino | |
Familia y relaciones | ||
Familia | Nienna e Irmo (hermanos) | |
Cónyuge | Vairë | |
Información profesional | ||
Título |
Señor del Destino Juez de los Muertos Maestro de la Perdición | |
Enemigos | Morgoth | |
Námo es un personaje ficticio que pertenece al legendarium creado por el escritor británico J. R. R. Tolkien y que aparece en su novela póstuma El Silmarillion. También conocido como Mandos por las estancias donde habita en Aman, es el vala del destino y uno de los Aratar.
Se dice que durante la visión que Eru dio a los Ainur sobre el canto que hicieron en el principio del tiempo, Námo fue el que más abarcó con su mirada y por eso es el que más conoce del destino de Arda. Junto con Manwë, Námo es el único de todas las criaturas de Arda que sabe a dónde se dirigen los espíritus de los Hombres al morir y abandonar Arda para siempre.
Además del destino, Námo es el Vala encargado de velar por las almas de los muertos que llegan a sus Estancias: los Elfos que nunca abandonan Arda hasta que llegue a su fin, los Hombres que se dice llegan a sus Estancias por un breve tiempo antes de abandonar Arda para siempre y los Enanos, que según este pueblo, tienen lugares reservados dentro de las Estancias de Mandos.
Námo se caracteriza por tener un juicio que normalmente está en desacuerdo con lo que la mayoría de los Valar deciden, debido a su visión más profunda de las cosas:
A pesar de su carácter inamovible, Námo logró ser conmovido una sola vez: cuando la princesa élfica Lúthien cantó ante los Valar por la pena de su amor por un Hombre (Beren) y el dolor de los Elfos y Hombres en la Tierra Media. De esta forma se le permitió a Lúthien salir de las Estancias de Mandos y de acuerdo a sus deseos, por el poder de Eru mismo que intervino en el caso de Beren y Lúthien, devolverles la vida a ambos.
Námo es también famoso por las profecías que dicta: