Selandiense

El tema de Selandiense ha sido de gran interés y debate en la sociedad contemporánea. Desde sus orígenes hasta la actualidad, Selandiense ha desempeñado un papel fundamental en diversos aspectos de la vida, influenciando la cultura, la economía, la política y las relaciones interpersonales. Con el paso del tiempo, Selandiense ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios y desafíos del mundo moderno, generando nuevas oportunidades y desafíos para los individuos y las comunidades. En este artículo, exploraremos la importancia y el impacto de Selandiense en nuestro mundo actual, analizando sus implicaciones y posibles perspectivas futuras.

Era
Eratema
Periodo
Sistema
Época
Serie
Edad
Piso
Inicio, en
millones
de años
Cenozoico Cuaternario 2,588
Neógeno 23,04
Paleógeno Oligoceno Chattiense
Chattiano
27,3
Rupeliense
Rupeliano
33,9
Eoceno Priaboniense
Priaboniano
37,71
Bartoniense
Bartoniano
41,03
Luteciense
Lutetiano
48,07
Ypresiense
Ypresiano
56,00
Paleoceno Thanetiense
Thanetiano
59,24
Selandiense
Selandiano
61,66
Daniense
Daniano
66,0

El Selandiense o Selandiano es el segundo piso y edad del Paleoceno en la escala temporal geológica. Sucede al Daniense y precede al Thanetiense. Se inició hace unos 61,66 millones de años y terminó hace unos 59,24 millones de años.

El Selandiense fue introducido en la literatura científica por Alfred Rosenkrantz en 1924. Lleva el nombre de la isla danesa de Selandia.

Sección y punto de estratotipo de límite global (GSSP)

La sección estratotipo y punto de límite global (GSSP) para la base del Thanetiense se encuentra en la sección de Zumaya, en la playa de Itzurun (Geoparque de la Costa Vasca, País Vasco, España). Se caracteriza por estar cerca del límite entre las biozonas NP4 y NP5 y situarse poco después de las primeras apariciones de muchas especies de nanoplancton calcáreo del género Fasciculithus ( F. ulii , F. billii , F. janii , F. involutus , F. tympaniformis y F. pileatus ) y cerca de la primera aparición de la especie Neochiastozygus perfectus. En la localidad tipo original en Dinamarca la base del Selandiense era una discordancia, lo que implica una discontinuidad del registro geológico que la invalidaba como localidad de referencia. El piso y el GSSP fueron aprobados por la Comisión Internacional de Estratigrafía y, posteriormente, ratificados por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas en septiembre de 2008.

El techo del Thanetiense se define por el GSSP de la base del Thanetiense, que se caracteriza por el inicio del cron C26n.

Correlaciones

El piso Selandiense se solapa con la parte inferior de la edad mamífero de América del Norte Tiffaniano, así como con el Tiupampense, Peligrense e Itaboraiense inferior de las edades mamífero de América del Sur y con parte del Nongshaniense en la Edad mamífero de Asia. Es coetánea con la parte inferior del piso Wangerripiense de la escala regional de Australia.

Fauna y flora

La fauna del Selandiense consistía en serpientes gigantes (Titanoboa),​ cocodrilos (Crocodilia), GastornithiformesStrigiformes; mientras que la fauna de mamíferos estaba compuesta por algunas formas de mamíferos arcaicos, como multituberculados, mesoniquios, pantodontos y plesiadapiformes, estos últimos emparentados estrechamente con los primates.

La flora estaba compuesta por helechos, angiospermas, y palmeras.

Referencias

  1. a b Cohen, K. M., Finney, S. C., Gibbard, P. L. & Fan, J.-X. (2013; actualizado 2024). «The ICS International Chronostratigraphic Chart». Episodes 36. pp. 199-204. Consultado el 18 de marzo de 2025. 
  2. a b Tradicionalmente se han usado Terciario y Cuaternario en lugar del actual Cenozoico, con rango de eratemas o eras, usándose Cenozoico como sinónimo de Terciario y subdividido a su vez en Paleógeno y Neógeno. También se puede encontrar Terciario y Cuaternario como sub-eras dentro del eratema o era Cenozoica. Actualmente, en el 2009, el término Terciario (y la subdivisión correspondiente dentro de Cenozoico) ha dejado de ser recomendado por la Comisión Internacional de Estratigrafía para la escala global, quedando el Cenozoico dividido en los sistemas o periodos Paleógeno, Neógeno y Cuaternario.
  3. ICS. «Global Boundary Stratotype Section and Points» (en inglés). International Commission on Stratigraphy. 
  4. Rosenkrantz, A. (1924). «De københavnske Grønsandslag og deres Placering i den danske Lagrække». Meddelelser fra Dansk Geologisk Forening (en danés) 6: 1-39. 
  5. a b Schmitz, B.; Pujalte, V.; Molina, E.; Monechi, S.; Orue-Etxebarria, X.; Speijer, R.P.; Alegret, L.; Apellaniz, E.; Arenillas, I.; Aubry, M-P.; Baceta, J. I.; Berggren, W. A.; Bernaola, G.; Caballero, F.; Clemmensen, A.; Dinarès-Turell, J.; Dupuis, C.; Heilmann-Clausen, C.; Hilario Orús, A.; Knox, R.; Martín-Rubio, M.; Ortiz, S.; Payros, A.; Petrizzo M. R.; von Salis, K.; Sprong, J.; Steurbaut, E. y Thomsen, E. (2011). «The Global Stratotype Sections and Points for the bases of the Selandian (Middle Paleocene) and Thanetian (Upper Paleocene) stages at Zumaia Spain». Episodes. 34 número= 4: 220-243. doi:10.18814/epiiugs/2011/v34i4/002. 
  6. Dinarès-Turell, J.; Baceta, J. I.; Bernaola, G.; Orue-Etxebarria, X. y Pujalte, V. (2007). «Closing the Mid-Palaeocene gap: Toward a complete astronomically tuned Palaeocene Epoch and Selandian and Thanetian GSSPs at Zumaia (Basque Basin, W. Pyrenees)». Earth and Planetary Science Letters 262: 450-467. 
  7. ICS. «GSSP for Selandian Stage» (en inglés). International Commission on Stratigraphy. 
  8. Arenillas, I.; Molina, E.; Ortiz, S. y Schmitz, B. (2008). «Foraminiferal and δ13C isotopic event-stratigraphy across the Danian-Selandian transition at Zumaya (northern Spain): chronostratigraphic implications». Terra Nova 20: 38-44. 
  9. Bernaola, G., Martín-Rubio, M. y Baceta, J. I. (2009). «New high resolution calcareous nannofossil analysis across the Danian-Selandian transition at the Zumaia section: comparisons with South Tethys and Danish sections». Geologica Acta 7 (1-2): 79-92. 
  10. Kwok, R. (4 de febrero de 2009). «Scientists find world's biggest snake». Nature News. doi:10.1038/news.2009.80. 
  11. Ver para ejemplo (Koeberl C., Macleod K, Catastrophic Events and Mass Extinctions: Impacts and Beyond, pp. 305, pp. 304)

Enlaces externos