En el mundo actual, Violeta Urmana se ha convertido en un tema de creciente importancia e interés para diversas áreas de la sociedad. Tanto en el ámbito personal como profesional, Violeta Urmana juega un papel fundamental en el desarrollo y evolución de las personas y comunidades. A lo largo de la historia, Violeta Urmana ha sido objeto de estudio, debate y análisis, y su influencia se extiende a múltiples disciplinas, desde la ciencia y la tecnología hasta el arte y la cultura. En este artículo, exploraremos en profundidad el impacto de Violeta Urmana en la sociedad actual, abordando sus implicaciones, aplicaciones y desafíos desde diferentes perspectivas. Además, examinaremos cómo Violeta Urmana ha moldeado nuestra forma de pensar, actuar y relacionarnos con el mundo que nos rodea, y cómo su continua evolución continúa impactando nuestras vidas de manera significativa.
Kammersängerin Violeta Urmana (Violeta Urmanavičiūtė; Marijampole, Lituania, 19 de agosto de 1961) es una famosa soprano falcon lituana.
Urmana estudió piano y luego canto en Vilna trasladándose en 1990 a Múnich donde su talento fue descubierto por la famosa soprano dramática wagneriana Astrid Varnay, perfeccionándola. Comenzó su carrera como mezzosoprano en 1993 y en esta tesitura alcanzó éxito internacional interpretando Amneris, Azucena, Santuzza y especialmente la Princesa de Éboli, en Don Carlos de Verdi y Kundry, en Parsifal de Wagner.
Debutó en el Festival de Bayreuth en 1999 como Kundry en Parsifal en la producción de Wolfgang Wagner, cantando el papel bajo la batuta de tres reputados directores wagnerianos: Giuseppe Sinopoli, Christoph Eschenbach y Christian Thielemann. También Canto Sieglinde en La valquiria de Wagner bajo la dirección de Adam Fischer, cambiando de tesitura a soprano luego de ésta y de su Ifigenia de Gluck en La Scala de Milán en 2002.
Pasó después a interpretar una serie de papeles para soprano en el repertorio lírico-dramático italiano como Elisabetta en Don Carlos, Aida, Amelia, Maddalena, Gioconda, Leonora, Lady Macbeth, Odabella, Santuzza, Tosca y Norma. Recientamente ha regresado a las interpretaciones en el repertorio alemán, destacando Isolda y Ariadne auf Naxos.
Ha trabajado con Claudio Abbado, Daniel Barenboim, Bertrand de Billy, Pierre Boulez, Riccardo Chailly, James Conlon, James Levine, Jesús López Cobos, Fabio Luisi, Zubin Mehta, Sir Simon Rattle, Donald Runnicles, Giuseppe Sinopoli, Christoph Eschenbach, Franz Welser-Möst y Christian Thielemann.
Vive en Germering, cerca de Múnich y está casada con el tenor Alfredo Nigro.