El encapsulamiento es una táctica policial utilizada para controlar multitudes durante manifestaciones. Consiste en la formación de un gran cordón policial que confina a los manifestantes en un área limitada, durante varias horas en algunos casos, de la cual no se les permite salir o solamente se les permite salir bajo ciertas condiciones.
Esta táctica se ha usado sobre todo en Inglaterra y en Estados Unidos. Su uso en España era sumamente limitado antes de las movilizaciones convocadas por el 15M en 2012.
La táctica del encapsulamiento ha resultado ser controvertida, entre otros motivos porque implica la detención de transeúntes no vinculados a la protesta. En marzo de 2012 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se pronunció respaldando la legalidad del uso del encapsulamiento.