El nombre Falsificación ha sido objeto de interés y debate a lo largo de los años, ya sea por su impacto en la sociedad, su relevancia en un campo específico o su influencia en la cultura popular. A medida que el interés en Falsificación continúa creciendo, es fundamental comprender su importancia y su papel en diferentes aspectos de la vida. En este artículo, exploraremos a fondo Falsificación, analizando su impacto, relevancia y cómo ha moldeado el mundo que conocemos. Desde su origen hasta su evolución en la actualidad, Falsificación ha desempeñado un papel significativo en diversos ámbitos, y es crucial examinarlo desde diferentes perspectivas para apreciar su verdadero alcance.
La falsificación (también contrahacimiento) es un acto consistente en la creación o modificación de ciertos documentos, efectos, productos (bienes o servicios), con el fin de hacerlos parecer como verdaderos o para alterar o simular la verdad. Los productos contrafechos son denominados «contrahechuras».
La falsificación es considerada un crimen de «guantes blancos», ya que carece de violencia y en general implica transacciones comerciales. Las falsificaciones pueden realizarse, entre otros, respecto a documentos públicos o privados, monedas, billetes u otros valores, arte y productos de marcas comerciales.
En los primeros casos, es un delito que afecta la fe pública, pudiendo llegar a ser una modalidad de fraude, mientras el último se entiende que es una vulnerabilidad de la propiedad industrial (al ser copias sin licencias, para ser vendidas como si fueran originales).
Los documentos, monedas y billetes falsos, pueden identificarse por su burda manufactura o por carecer de los dispositivos de seguridad. Por otra parte, en el caso de productos comerciales, pueden identificarse por emplear material de baja calidad, tener diferencias en el diseño u ostentar una marca semejante a otra de reputación, por ejemplo: ASEIKON (en vez de SEIKO), ACASIO (en vez de CASIO), ORIENTEX (en vez de ORIENT), KDK (en vez de TDK), y SONI (en vez de SONY).