Hornos de alfarería y cerámica en España

Apariencia mover a la barra lateral ocultar Cántaros, lebrillos y otras piezas en el exterior de un horno de alfarería de Mota del Cuervo (Cuenca).

Los hornos de alfarería y cerámica en España son estructuras o fábricas de diversa complejidad, tamaño y apariencia, destinadas a la cocción de piezas de arcilla. El modelo tradicional es un recinto con techo de bóveda provisto de chimenea y una o más bocas para cargar el combustible, habitualmente leña, y los objetos que se quieran cocer.

La función del horno, la cocción o cochura de material cerámico, es uno de los pasos fundamentales del proceso alfarero, el de mayor sentido mágico y el más determinante en la obtención del producto final.

En la geografía alfarera española existen muy diversos tipos de horno y horneado, desde la simple hoguera u "hornera con hoyo" para la cocción al aire libre (uno de los métodos primitivos ya casi desaparecidos), hasta los hornos alfareros por definición, con dos espacios separados: el hogar o caldera para la combustión y la cámara de cocción donde se hornea la cerámica. Entre ambos existen estructuras de transición de más sencilla fábrica, como el tradicional horno de pan. Asimismo, entre los hornos de doble cámara pueden diferenciarse varios tipos (por ejemplo, "de tiro superior", y "de bóveda y tiro superior"), e independientemente de tal tipología, están los hornos reductores y los hornos oxidantes.

Una lista elemental de hornos de alfarería y cerámica, sus precedentes y otros de tipo evolucionado, incluiría los de botella, de corriente invertida, de pan (o panadero), de túnel, intermitente, o el más sofisticado de tipo kiln. Otras nomenclaturas más populares que técnicas citarían los hornos árabes, moros o morunos,​ los hornos de "flamberas o flameras" (con la cúpula horadada por muchas chimeneas), los eléctricos en general, etc.

Fases, factores y sistemas esenciales

La doctora Natacha Seseña sintetizó tres factores esenciales para una buena cocción:

-El control de la temperatura. -El tiempo que la temperatura actúa sobre los objetos a cocer. -La atmósfera interior determinante en los grados de dureza, peso, porosidad, plasticidad, resistencia al agua y otros líquidos, y del conjunto de transformaciones físico-químicas en general.

Asimismo, siguiendo a Köpke,​ se diferencian tres sistemas elementales de cocción:

-Al aire libre. -En un hoyo de tierra o hecho en el suelo. -En una estructura construida para cocer cerámica. (que básicamente será de una cámara o de varias).

Funcionamiento

Aunque cada tipo de horno tiene su propia mecánica funcional, a grandes rasgos y escogiendo como ejemplo el horno alfarero propiamente dicho, los pasos básicos de una cochura perfecta serían:

Echar el temple: se van echando cargas de leña a ritmo lento pero constante. Echar caldas: una vez que salen llamas por los respiraderos superiores (sea chimenea o tiro), se echa otra carga. Se trata de uno de los momentos cruciales de la cocción.

Hasta aquí el proceso primitivo o antiguo.

Los relativamente modernos hornos de gas, electricidad, gasóleo o aceite quemado disponen de "muflas",​ (que vinieron a sustituir la necesidad del empleo de gaceta refractaria), así como de pirómetros para el control de la temperatura. No hay tiro ni contacto directo de la llama con el cacharro. En el caso de los botijos blancos, las muflas pueden dar problemas de cocción; de ahí que en centros importantes como Agost hayan recuperado los hornos de leña (al ser la llama quien actuando sobre la sal añadida a la pasta, consiga porosidad y blancura).

En la península ibérica se han usado tradicionalmente dos tipos básicos de horno alfarero, el de tiro vertical y el de tiro horizontal. El primero (horno cilíndrico hecho de ladrillo o adobe) es el común en la cacharrería de basto.

Tipología histórica

A partir de las investigaciones y publicaciones del etnógrafo alemán Wulf Köpke y de su compatriota, la ceramóloga Ilse Schütz,​ los hornos españoles responden a dos tipos básicos:

-hornos con la cámara de combustión debajo de la de cocción. Usados en la península ibérica por iberos y romanos. -hornos con la cámara de combustión delante de la de cocción, más frecuentes en el litoral mediterráneo español. -cámara superior abierta. -cámara superior de cocción con bóveda de cañón (o de arco de medio punto). -bóveda superior en forma de cúpula.

Otros tipos de horno

Horneras abiertas

En algunos focos peninsulares, tanto de España como del norte de Portugal, y muy especialmente en las Islas Canarias, se mantuvo hasta la mitad del siglo XX el guisado en horneras a cielo abierto o de superficie. Esta técnica de cocción primitiva sigue un proceso elemental: se ponen las piezas sobre ascuas o ceniza aún caliente directamente en el suelo o en un hoyo superficial; se cubren luego con una capa de material combustible que antes de encenderse se suele tapar parcialmente con restos rotos de alfarería. En Canarias se guisa en tres horas.

Campo léxico

Ritos alfareros

Al margen del simbolismo materno elemental del horno,​ la importancia económica de las tareas del horno, vital para la subsistencia del alfar, ha llevado a rodear de un rico ritualismo (signos, plegarias, ensalmos, jaculatorias) los diversos pasos del proceso de cocción. En España, país de tradición cristiana, la cruz pintada con arcilla blanca sobre la puerta de carga del horno ha sido tan común como la costumbre del alfarero de santiguarse al comienzo de la cochura. También fue frecuente la oración o plegaria invocando al Santísimo Sacramento al comienzo y al final de la hornada para conjurar el aspecto maléfico del fuego.

Tanto el ceramólogo Emilio Sempere como la doctora Seseña, alumna aventajada de Julio Caro Baroja, han recogido interesante documentación antropológica sobre toda suerte de ritos relacionados con la cochura alfarera.​ Así, en Salamanca la mediadora invocada es Santa Ana y la oración —conteniendo los términos habituales de quita y pon: "Santa Ana bendita, si está de menos, se lo pones; si está de más, se lo quitas". En zonas de Gerona, el ruego se queda en un sencillo: "Déu faci més que nosaltres (que Dios haga más que nosotros, o que Dios ponga lo que falta)". En Pereruela, cerca de Galicia y el norte de Portugal, solía exclamarse un "Bruja fuera y adentro la primera".

Las propias llamas, como indicadoras del final de la cocción y denominadas los frailes, son anunciadas con frases del tipo ‹ya salen los frailes› (Cespedosa de Tormes) o ‹ha surtit el fraret (salió el frailecillo)› de algunos alfares mallorquines.

Galería arqueológica

Véase también

Referencias

  1. Antonio Caro, Diccionario de términos cerámicos y de alfarería, pp. 140-142
  2. Sempere Ferrándiz, Emili (1992): "Catalogación de los hornos de España y Portugal". En VV.AA. Tecnología de la cocción cerámica desde la Antigüedad a nuestros días (Museo de Alfarería, Agost, Alicante, 4-6 de octubre de 1990). Ed. Asociación de Ceramología, Alicante.
  3. Natacha Seseña, Cacharrería popular, pp. 69-76
  4. Natacha Seseña, Cacharrería popular, p, 73
  5. Significado de mufla en el diccionario.
  6. Schütz, Ilse (1992): "Sistemas tradicionales de cocción cerámica en el norte de África", en VV.AA. Tecnología de la cocción cerámica desde la Antigüedad a nuestros días. Agost. Ed. Asociación de Ceramología, Alicante; pp. 155-156
  7. Antonio Caro, Diccionario de términos cerámicos y de alfarería, pp. 140-141
  8. Antonio Caro, Diccionario de términos cerámicos y de alfarería, pp. 140
  9. Juan-Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos, p. 244
  10. a b Natacha Seseña, Cacharrería popular, pp. 76
  11. Sempere, Emili. "Catalogación de los hornos de España y Portugal", en Tecnología de la cocción cerámica desde la antigüedad a nuestros días. Agost, 1992, p. 226

Notas

  1. Conviene aclarar desde un principio que la denominación "árabe-moruno-moro", tan usada por los alfareros, es sinónimo de antiguo, viejo, siendo los hornos llamados árabes ingenios ya usados por romanos y por los pueblos ibéricos que, naturalmente, serían retomados más tarde por los musulmanes.
  2. Wulf Köpke, director del Museo Etnológico de Hamburgo.
  3. Horno de dos cámaras superpuestas separadas por una división agujereada; en la cámara inferior arde el fuego y en la de arriba, abovedada, se van cociendo las piezas. Dos entradas, una baja para la leña y la superior tan grande que permita el paso de un hombre para colocar las piezas y que se sella con ladrillos y barro. La cocción, de diez a doce horas, alcanza los mil grados centígrados.
  4. Cirlot menciona en su diccionario de símbolos el "sentido de pura gestación espiritual" que lleva a que en muchas obras de alquimia, aparezca el horno encendido (así, por ejemplo en el Museum Hermeticum de Michael Majer, de 1678). Ciencia y filosofía reconocen en el horno un ingenio en el que la materia se consume para producir un resultado diferente; ese paso de un estado a otro o transformación le dan la categoría de instrumento iniciático (ritos de tránsito o sublimación).

Bibliografía

Enlaces externos