En el presente artículo exploraremos el tema de Inquisidor, el cual ha sido objeto de atención y debate en diversas esferas. Inquisidor es un concepto que ha generado interés y controversia debido a su impacto en la sociedad actual. A lo largo de la historia, Inquisidor ha desempeñado un papel crucial en diferentes contextos, y su influencia continúa siendo relevante en la actualidad. Desde sus orígenes hasta su evolución, Inquisidor ha sido objeto de análisis y reflexión por parte de expertos y estudiosos, quienes han buscado comprender su importancia y alcance en las dinámicas sociales, culturales y políticas. En este sentido, resulta relevante abordar de manera integral y crítica el tema de Inquisidor, con el fin de ofrecer una perspectiva amplia y enriquecedora que contribuya al conocimiento y comprensión de esta cuestión.
El término Inquisidor (del latín inquirere < quaerere, "buscar", aquel que "busca" o "inquiere") era la denominación de los presbíteros que se designaban a cada uno de los tres juzgados de la Inquisición, un tribunal y organización creada para extirpar la herejía religiosa, la heterodoxia ideológica y otros asuntos rechazados por la Iglesia católica mediante la censura o expurgo (libros, comedias etc.), el castigo jurídico (multa, confiscación, sambenito) o la ejecución por la hoguera (reos rebeldes), en efigie (reos huidos o desaparecidos), por la horca (reos de condición humilde reconciliados) o por el hacha (reos de elevada condición social).
La Inquisición fue establecida en el año 1184 mediante la bula del Papa Lucio III Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía cátara y desde los Estados Pontificios fue implantada durante un tiempo más o menos largo o con más o menos rigor según el país europeo o la colonia de que se tratara; en España, por ejemplo, duró mucho tiempo. Al inquisidor jefe de cada nación se le llamaba Inquisidor General. Los inquisidores tenían formación jurídica y como tales no se dejaban influir fácilmente por prejuicios populares, por lo cual raramente procedían a quemar brujas, costumbre más bien propia de ambientes rurales e iletrados. Su labor era principalmente castigar el delito ideológico y teológico y reprimir la heterodoxia.
Cada tribunal estaba formado por tres jueces, que elaboraban un sumario secreto en el que estaba prohibido informar al demandado de qué delito contra la fe se le acusaba. Conforme la Inquisición fue agotando su cometido, se le ampliaron sus funciones, al menos en España, en persecución de pederastas, homosexuales y protestantes de otras naciones, a veces acercándose a funciones políticas más cercanas a las de un servicio de contraespionaje o contrainteligencia.
Había distintos tipos de funcionarios inquisitoriales: teólogos calificadores, familiares o fiscales denunciantes y alguaciles. Había, asimismo, fiscales y defensores.
Se pueden distinguir los siguientes tipos de inquisidores:
Algunos de los inquisidores más famosos de la historia son: